Cuando hablamos acerca de los recursos psicológicos y emocionales necesarios de desarrollar con la finalidad de operar de buena forma en Forex, ciertamente no estamos cayendo en el juego de desviar la atención de los números (que son los que al fin y al cabo importan) sino de llamar a la sensatez a la hora de invertir dinero en el mercado de divisas.

Invertir en uno mismo: el primer paso

Está más que claro que toda aquella persona que desea aventurarse en el mundo del mercado de monedas extranjeras, buscará generar ingresos que le permitan vivir holgadamente o, al menos, complementar lo generado en Forex con sus ingresos mensuales. Sin embargo, comenzar a operar sin una base previa es el equivalente a encerrarse en una jaula con leones hambrientos pensando en salir con vida de allí.

Con un porcentaje cercano al 90% de inversores que fracasan, el mercado de divisas es por lejos el más volátil de todos. Su nivel de riesgo implica que todos, necesariamente, perderán dinero alguna vez. Mientras tú realizas una operación, al otro lado habrá alguien esperando a que tú caigas para llevarse lo que tú has invertido. Lamentablemente, el pez grande se come al pez chico y en eso todos estamos de acuerdo.

Lo bueno de todo es que el tamaño de los peces, en este caso, no viene dado por la cantidad de dinero que hayan invertido sino que, extrañamente, por la cantidad de recursos psicológicos y emocionales que han desarrollado previamente. Forex exige que, como primer paso, inviertas en ti mismo antes que en alguna plataforma online.

Prepararse para perder

Las cosas son así: en el mercado de divisas es preciso estar preparado para tropezar y caer. En este sentido, se deben buscar los mecanismos de conocer cuál será nuestra respuesta frente a ese fracaso y salir totalmente airosos del contratiempo. ¿Qué emociones pasaron por mí al momento de perder?, ¿cuáles fueron mis pensamientos?, ¿qué conducta tomé? Estas, entre otras preguntas, serán claves en el trabajo de autoconocernos.

Comprender que la derrota es parte del sistema implicará no desanimarnos a la primera o, como es común observar, invertir el doble para recuperar lo perdido. Sea como sea, junto con llegar a ese autoconocimiento deseado, es necesario establecer una planificación que delimite nuestras operaciones en Forex y marque nuestros parámetros disciplinarios que despejarán el camino hacia el éxito.

Disciplina y constancia

Los parámetros fundamentales que uno, personalmente, debe fijar si lo que espera es triunfar en este mercado, vienen dados principalmente por el plan de acción que se diseñe. Éste, esencialmente, debe contar con límites que establezcan claramente cuál será el porcentaje máximo que soportaremos diariamente tanto para pérdidas como para ganancias.

Quienes llevan años operando en Forex sostienen que una cifra prudente e ideal es un 2%. Operar en base a ese margen asegurará que, al menos, podamos operar durante varios días y así ir viendo cómo es el terreno antes de que tomemos el ritmo correcto. Sin embargo, plantearnos esos límites implica, necesariamente, que la disciplina será esencial y que si nos desviamos en el camino, la culpa será sólo nuestra.